Tres luces

En las horas de la mañana
aún recostado, con la garganta cortada
y sin tener los párpados abiertos del todo
encendí el radio transmisor portátil
para saber qué tiempo era.

La noticia del futuro llegó en forma de letras
noté al instante que no sería el té la novedad del día
es que un sol renovado disparaba hasta la Tierra
su nuevo guerrero de luz
y esa sonrisa amiga fluyó por los aires.

Yo sabía que esto iba a ocurrir
lo había soñado alguna vez
seguía anotado por ahí en algunos versos 
que no estaban al tanto de la emoción
que causaría en el plano físico.

Envuelto en las llamas de no saber qué decir
tipeé letras respondiendo letras
mientras la electricidad recorría 
como sangre por las venas
que imaginan un hermoso porvenir.

Sólo conseguí atraer felicidad para ese haz
proveniente de dos grandes seres de luz
que habían echado al fuego del amor
más leña seca que ayuda a iluminar
los increíbles senderos de nuestra galaxia. 

Ya no es mía

Bajé un momento a la Tierra
al dibujar con las yemas
la piel de mi panza
una voz en mi mente preguntó
¿de quién es esta tristeza?

"Ya no es mía", contestó otra voz
llevé el tabaco a los labios
y le pegué una seca profunda...
junto al humo entraron más penas
¿de quién es esta tristeza?

A lo lejos unas aves disparan
silbidos como llamados
que interpreto vienen desde el mar
o desde el tope de la montaña
pidiendo que los vuelva a buscar.

Párpados caen sellando ventanas
sólo puedo mirar hacia adentro
desde allí llegó la primera pregunta
la que da luz al camino
donde el sol resplandece.