Amén

Los creativos nos vivimos copiando
hubo algo que vimos que funcionó
y lo reproducimos con nuestro toque
puede ser cool, o estar disfrazado bizarramente.

Así pasé el colegio casi sin estudiar
sentado detrás de algún inteligente
aprovechando al máximo el largo de mis párpados
copiándome del que había escrito la respuesta.

Es que no sabía nada, no creía en nada
dudaba de todo lo que leía, de lo que me contaban
esas historias de héroes montados a caballo
de rifles, barcos y de cadenas rotas.

Nadie nos habló demasiado del universo
se nombraba mucho a Dios, casi te obligaban a creer en eso, 
a sentirlo allí flotando en el mismo aire
que sostenía las atrocidades humanas.

Probablemente es más sencillo cargarle
el peso de nuestros miedos a la barba de Dios
y así, continuaremos copiándonos unos a otros
en nuestras previsibles historias humanas.

Hace tiempo

El tiempo fue lijando mis tejidos internos
la curva descendente me absorbía con su imán
en la cima noté los cables atándome al niño
preguntando qué hacer con los recuerdos
mientras el presente acosa las entrañas.

Me soñé pateando el penal cruzado
hacia un arco que se esfumaba en la neblina
la bola entró casi en el ángulo y el partido acabó,
una extraña sensación eléctrica me sacudió
al ver las décadas que pasaron en mi calendario.

Corroído, abrumado, sintiendo ganas de no se qué
re formulando pensamientos a cada paso
un caballo deambula con un loco en sus espaldas
y yo preso de una casa maldita pude escucharlo...
pasó lento, estirando el minuto como chicle.

Los dientes, las canas, los huesos, el corazón,
todo se fue quebrando poco a poco en la espera
una mujer pasó cerca de la ventana gritándole a una perra
todo continuaba cayéndose a pedazos
corrí la cortina y noté que algo se había robado el cielo.