2 minutos en Burzaco

No recuerdo exactamente en que momento
sentí la necesidad extraña de recordar
como eran esos días en los que pesaba la existencia
mientras el aire salado de mar volaba todo el tiempo
por encima de nuestras cabezas huecas.

Había un sin fin de versiones de mi observando,
todos a la vez, pero con sus respectivos ojos
cada versión con su mirada única
dispar, excéntrica, diminuta, irrepetible
mientras el aire salado de mar volaba todo el tiempo.

Armamos las valijas más o menos como pudimos
todo se puso diferente en el aeropuerto
mirar por la ventana en el despegue me hizo sentir afortunado
adrenalina corría por los huesos en el aire
logré sacar una foto de viaje en cada pestaneo.

Más tarde en la noche conté alrededor de 220 ojos en el ambiente
la adrenalina volvió con todo aquel día, respondiendo
al existencialismo permanente que fluye en la mente
de golpe siento el brazo de Az rodeando mi cuello
a metros, en el escenario, está Mosca y 2 Minutos.

El tema de Adrián explota a través de los amplificadores
comenzamos a chocar contra los ojos de adelante
llegamos hasta el centro batiéndonos como licuadoras
puedo sentir los puños cerrados, la transpiración
el humo, el sonido, las voces perdiéndose en gritos.

Todo se pone cada vez más rápido y agitado
seguimos abrazados resistiendo codazos y patadas
un caramelo de limón nos vuelve más locos aún
la cerveza sube en eructos, el oxígeno aquí no existe
la electricidad continúa corriendo a través de todos los ojos.

Recibimos un par de piñas más, algunos rodillazos
nos divertimos, continuamos eructando cerveza
el sonido acabó, el colectivo retornó desde Burzaco
caminamos diez cuadras, ya mientras amanecía
y terminamos recostándonos sobre el magullado colchón.