Para conocer el amor

Para conocer el amor
vas a tener que abrir
tu conchita, tu corazón
vas a tener que tomarte el jugo
y morder la cáscara amarga.

Vas a tener que abrir tus ojos
cerrar el de los demás
vas a soplar tus oídos
callar las bocas ajenas
y escuchar como late acelerado.

No son trucos, nadie me lo ha contado
es que infelizmente están ciegos de amor
los sordos que no escuchan más
que su propia voz,
la de la inconsciencia.

Y mientras la soledad hace un hueco
de cigarro que se ahonda en el estómago
los parásitos siguen creciendo
junto al maleficio en los pastos
cuando el sol cae en la penumbra.

Para conocer el amor
tenés que dejarte de joder con el hierro
destruir la coraza maligna
callar las palabras que sobran
y estampar tu boca contra otros labios.

Sino late fuerte y acelerado
ya estás muerto por dentro
condenado en demasía por el qué dirán
perdiéndote lo mejor de la vida
estás perdido, estás incompleto.

Pensá, es la vida

Un mundo te necesita de 9 a 18
de lunes a viernes
te quiere ver de pelo corto
de tarjeta dorada en diciembre.

Te lleva por el sendero
de la burla y la envidia
entre la fauna de los bondis
cerrando las puertas de tu imaginación

y vos...como un caballo
con los ojos cubiertos y domado
caminás creyéndote tu clase
sin poder morder el gajo de la naranja.

Mientras aquel mundo te chupa
hay otros merodeando los 5000
alguno allá está perdido por las playas
o por las altas cumbres de las montañas.

Vos seguís sin preguntar dónde van los descuentos
por qué te enfermás tan seguido
por qué estás tan cansado
dónde ha quedado la diversión.

Entonces ya sin soportarlo más
te escapás al mundo irreal
donde el vaso, el cigarro, el cartón
son escalones al pasado.

Y en conclusión pensás que la guita
es lo que vas a disfrutar
sino es ahora, ¿cuándo?
pero no es la guita, pensá...
es la vida.