no puedo escapar mirando la almohada
pues siento el empuje que me hunde
con cada respiro en la inercia.
Podría abandonarlo todo una vez más
demostrarle a los cielos que todavía camino
agotar mi espalda llevando el pasado
a buscar el lugar donde pertenezco.
Escucho la mugre maullar al costado
mis dientes caídos del futuro aparecen
mientras un torbellino sentimental
bate mi vientre y lo quema.
Podría apretar el gatillo contra mi sien
aunque ni me alcanza para las balas
tal vez lanzarme desde la terraza
o cortar mis muñecas a cuchillo.
me aburre el juego del laberinto
pues se ha estirado demasiada la salida
y nunca fui más que un niño.